Como se dice en un anuncio: «vuelve, a casa vuelve por navidad…».
Y es que es la época de desplazamientos, de reencuentros, de viajes aventurados a través de paisajes nevados y fríos.
- Ovejas en la carretera.
Muchos, en el viaje encuentran su propio yo, es decir, se despojan de normas, formalismos, de muchas etiquetas sociales para emerger de si mismos con un marcado caracter nómada y auto suficiente. Viajando soy yo mismo.
En el viaje conocemos profundamente a nuestras parejas. La actitud ante los problemas, y también las cuestiones positivas, se ponen de manifiesto en los viajes. Jamás te cases con una persona que te ha dado problemas o no ha estado a la altura en un viaje, será así para el resto de tu vida con ella, y cuando os encontréis en situaciones comprometidas y sabes cual será su respuesta.
Viajar se hace de mil maneras, a pie, en vehículos, o con la imaginación pero esta última forma de viajar está solamente reservada para unos pocos. El resto, necios y cortos de miras, jamás habrán estado en los Andes, o en Australia o caminando a través de África hasta Ciudad del Cabo, ¡o si habran estado, quien sabe!. Tampoco sabrán de como son los mares ni habrán visto mil paisajes submarinos…
Terramar, la colina de Watership, la Isla de las Tres Sirenas, son lugares en los que las agencias de viajes poco tienen que hacer. Viaja siempre que puedas.
¿Me he pasado de una cosa a la otra? No, no me he «emocionado», es que viajar, de una forma o de otra, es una buena manera de ser uno mismo.
Grito de guerra 